El domingo 26 de enero, Baba volvió a pedir a las mujeres que firmaran una promesa escrita de obedecer con renovado celo la lista de órdenes hasta agosto de 1941, y luego hizo estas observaciones:
-Estoy seguro de que todos los devotos del exterior acatarán las órdenes, pero no tengo la mínima esperanza de que lo hagan todas ustedes, que son mi círculo interno. Deben controlar al máximo su carácter durante los próximos veinte días. No han de ponerse nerviosas ni estar de malhumor en ninguna circunstancia y condición, sino que han de estar siempre felices y sonrientes. Esta es la máxima ayuda que pueden prestarme.
La gente se une a la guerra, combate, resulta herida y sufre indecibles penurias, pero, en comparación, esto es fácil. Lo realmente difícil es estar de muy buen humor en toda situación, nunca enojarse ni entristecerse, hablar con gentileza y amabilidad, nunca emplear palabras severas ni ponerse nerviosas cuando alguien les hurta su chapati y, en cambio, decir desde lo más profundo del corazón: “¡Que Baba te bendiga!”; esto es realmente difícil. Es más difícil controlarse que caminar sobre fuego o sobre vidrio. Es fácil ganar una guerra de naciones, pero muy difícil triunfar sobre uno mismo. Esto es lo que importa realmente en este sendero. Tener la mente en calma, tolerar y tragarse todo. A esto los sufíes lo llaman “zabta”.
Ahora mi madre me ayuda al máximo. Tanto a mí como a los demás nos da amplias oportunidades para que nos controlemos a nosotros mismos. La guerra más grande se gana cuando uno triunfa sobre sí mismo. Cuando venga Shireenmai, ustedes tendrán más oportunidades para que se controlen. Por ejemplo, a veces me dan ganas de matarla, pero la abrazo amorosamente. Ustedes deben hacer lo mismo.
— Bhau Kalchuri, Lord Meher VII.