El 12 de mayo, a las 8 y cuarto de la mañana, el doctor Vinod, de Nueva York, que conocía al matrimonio Winterfeldt, vio a Baba. Vinod era hindú, y aquí reproducimos parte de su larga y conmovedora entrevista:

–Estoy escribiendo un libro sobre el estado psicológico del mundo en relación con la guerra y la paz,––dijo él–. He viajado a Australia, Europa, Asia y América, y he tenido el sahavas de Shankaracharya. Quiero tus bendiciones. Sé que estas cosas son temporales y tradicionales. No significan mucho...

Baba lo interrumpió: “¡No significan nada! ¡La convicción por medio del intelecto sólo tiene un alcance limitado y podría hacernos desembocar en ese desastre que es la hipocresía!”.

“Dios es honestidad y pureza absolutas y, al conocerlo, no puede haber término medio. Más allá de la convicción intelectual está la convicción por la que se conoce por medio del sentimiento y se ve a Dios como tú me ves a mí. Solamente eso puede hacer que tengas la convicción de ser uno solo con Dios en la Realidad. Por consiguiente, todo lo que se diga no es sincero, a menos que aparezca esta certidumbre acerca de la unidad con Dios.

–¿Cómo se establece esta unidad? –preguntó Vinod.

–Esta unidad se establece cuando los anhelos y necesidades egoístas desaparecen. Dios no está ahí cuando hay deseos y anhelos. Pero uno debe experimentar esta Realidad. Yo digo siempre: ‘¡Es mejor no creer en Dios que ser hipócrita!’.

“¿Cómo hay que controlar los deseos, apegos y anhelos egoístas? –le preguntó Vinod.

–Para eso se han escrito libros, pero se lo puede lograr en un instante, o puede tardar vidas. De modo que preguntar cómo hay que controlar y triunfar sobre los deseos es como preguntar: ‘¿Cómo puedo morir viviendo? ¿Cómo puedo tener consciencia estando profundamente dormido?’.

“Mientras la mente esté ahí, ella sigue trabajando a pesar de ti mismo. Entonces, como tú quieres sincera y honradamente saberlo, y yo creo que lo necesitas y eres una persona muy inteligente, si realmente logras esto, serás capaz de trabajar realmente para Dios y para el universo”.

— Bhau Kalchuri, Lord Meher XI.